Recién llegados de Zaragoza Antonio describe las sensaciones que nos ha causado la suspensión del Monsters Of Rock, en parte, y Metalway, en su totalidad, también se incluye una nota informativa de la organización.
Por otra parte, la organización informaba esta mañana por megafonía que se devolverá el importe de las entradas íntegramente en los establecimientos en los que se adquirieron. Se podrá pasar a partir del 18 de julio.
Por otra parte, la organización informaba esta mañana por megafonía que se devolverá el importe de las entradas íntegramente en los establecimientos en los que se adquirieron. Se podrá pasar a partir del 18 de julio.
UN FESTIVAL FRUSTRADO
Tan solo 15 minutos de lluvia y viento acabaron con la edición conjunta del Monsters Of Rock y el Metalway en Zaragoza.
Es evidente que hay cosas de fuerza mayor que pueden echar por tierra la celebración de actos al aire libre, pero jamás llegué a pensar que una previsible tormenta de verano, de corta duración, pudiera tener consecuencias tan devastadoras. Ya no nos importaría hoy, si hubiéramos visto a Twisted Sister, que el camping fuera una mezcla de tierra y piedra en la que era imposible dejar bien anclada la tienda. Ya no nos importaría, si hubiéramos visto a Iron Maiden, que el primer día del festival llegamos al recinto antes de comenzar las actuaciones, pero hubo que perderse dos de ellas para canjear las entradas por las pulseras. Tan solo cuatro ventanillas atendían al público; la solución de emergencia fue dejar entrar y poner las pulseras a la salida. Tampoco nos hubiera importado, después de ver a Purple, que con un día de 40 grados no hubiera ni una sombra en el recinto, ni un grifo del que servirse para hidratarse, solo para eso y no para consumir. Por cierto, que Deep Purple son especialistas en suspender en Zaragoza. En 2006 ya tuvieron que suspender su actuación en el pabellón Príncipe Felipe.
Demasiados fallos organizativos que criticamos con la intención de que en una próxima ocasión se tengan en cuenta para mejorar, aunque quedaron en anécdotas ante lo que estaba por venir. Estamos hablando de un festival que con la competencia este año del Kobetasonik, por similitud musical, había conseguido reunir un cartel impecable. Eso debe de acompañarse con un escenario más decoroso. En el que había no podíamos leer ni una referencia al festival al que estábamos asistiendo. Un andamio al desnudo sosteniendo la tarima donde con normalidad transcurrían el 11 de julio las actuaciones de las bandas entre las que cabe destacar las de Pretty Maids, Thin Lizzy y un bestial Ted Nugent. Todo lo que estos músicos nos dieron quedará en el olvido por algo que se podía evitar.
Antes de que Ted Nugent tocara se podían adivinar en el horizonte tormentas que, cuando menos, debían poner a la organización ojo avizor. Siempre se pueden utilizar lonas que tapen los aparatos técnicos. El caso es que la cosa pudo ser trágica, ya que el fuerte viento, entre la actuación de Ted Nugent y Deep Purple, levantó la tarima de la torreta de sonido cayendo una pieza sobre uno de los espectadores que fue rápidamente evacuado. Por fortuna, en estos momentos parece que está bien, aunque tiene una brecha en la cabeza. Posteriormente vino una tromba de agua de quince minutos de la que el público se refugio sin aglomeraciones en la Feria De Muestras, dando un ejemplo de civismo. Tras pasar el trago, la gente se apelotonó con el mejor humor ante el escenario esperando la actuación del grupo grande del primer día. Sin embargó, rápidamente se percibió que aquello tenía muy mala pinta. El agua había empapado el escenario y dañado los equipos. La organización comunica tras largo rato de espera la suspensión del Monsters Of Rock y deja en el aire la celebración del Metalway que finalmente es también suspendido por motivos de seguridad.
Comprendo perfectamente el marrón de organizar este tipo de festivales y mando todo el apoyo a la organización que estará pasando un mal trago, supongo que peor que el de músicos y aficionados. Pero, de la misma manera, no creo lógico que una tormenta de verano pueda acabar con un festival de dos días en su integridad. Nada de trastocar su realización, suspensión total. Visto lo visto uno tiene la sensación de que no hubo ninguna previsión de que al aire libre estas cosas pueden pasar, por lo que todos los elementos hay que amarrarlos antes de comenzar las actuaciones y no durante, como ocurrió con Ted Nugent, un escenario debe de estar más resguardado de la lluvia, sobre todo por los laterales, y, si es necesario parar las actuaciones mientras pasa una tormenta, se puede desenchufar todo el circuito eléctrico. Solo son algunas propuestas, ante las interrogantes que me surgen, para que contra la adversidad se hubiera podido celebrar el evento. Allí no hubo ningún tornado, ni huracán, ni terremoto, como demuestra que nuestras tiendas se mantuvieron amarradas en el nada estable terreno del camping. Incluso pudimos dormir dentro. No puede ser que una infraestructura tan simple sea más fuerte que la de un festival de la envergadura de Monsters Of Rock. Esperemos que si hay otra edición se evalúe todo lo que haya que evaluar para garantizar la realización del festival salvo verdadera fuerza mayor.
Tan solo 15 minutos de lluvia y viento acabaron con la edición conjunta del Monsters Of Rock y el Metalway en Zaragoza.
Es evidente que hay cosas de fuerza mayor que pueden echar por tierra la celebración de actos al aire libre, pero jamás llegué a pensar que una previsible tormenta de verano, de corta duración, pudiera tener consecuencias tan devastadoras. Ya no nos importaría hoy, si hubiéramos visto a Twisted Sister, que el camping fuera una mezcla de tierra y piedra en la que era imposible dejar bien anclada la tienda. Ya no nos importaría, si hubiéramos visto a Iron Maiden, que el primer día del festival llegamos al recinto antes de comenzar las actuaciones, pero hubo que perderse dos de ellas para canjear las entradas por las pulseras. Tan solo cuatro ventanillas atendían al público; la solución de emergencia fue dejar entrar y poner las pulseras a la salida. Tampoco nos hubiera importado, después de ver a Purple, que con un día de 40 grados no hubiera ni una sombra en el recinto, ni un grifo del que servirse para hidratarse, solo para eso y no para consumir. Por cierto, que Deep Purple son especialistas en suspender en Zaragoza. En 2006 ya tuvieron que suspender su actuación en el pabellón Príncipe Felipe.
Demasiados fallos organizativos que criticamos con la intención de que en una próxima ocasión se tengan en cuenta para mejorar, aunque quedaron en anécdotas ante lo que estaba por venir. Estamos hablando de un festival que con la competencia este año del Kobetasonik, por similitud musical, había conseguido reunir un cartel impecable. Eso debe de acompañarse con un escenario más decoroso. En el que había no podíamos leer ni una referencia al festival al que estábamos asistiendo. Un andamio al desnudo sosteniendo la tarima donde con normalidad transcurrían el 11 de julio las actuaciones de las bandas entre las que cabe destacar las de Pretty Maids, Thin Lizzy y un bestial Ted Nugent. Todo lo que estos músicos nos dieron quedará en el olvido por algo que se podía evitar.
Antes de que Ted Nugent tocara se podían adivinar en el horizonte tormentas que, cuando menos, debían poner a la organización ojo avizor. Siempre se pueden utilizar lonas que tapen los aparatos técnicos. El caso es que la cosa pudo ser trágica, ya que el fuerte viento, entre la actuación de Ted Nugent y Deep Purple, levantó la tarima de la torreta de sonido cayendo una pieza sobre uno de los espectadores que fue rápidamente evacuado. Por fortuna, en estos momentos parece que está bien, aunque tiene una brecha en la cabeza. Posteriormente vino una tromba de agua de quince minutos de la que el público se refugio sin aglomeraciones en la Feria De Muestras, dando un ejemplo de civismo. Tras pasar el trago, la gente se apelotonó con el mejor humor ante el escenario esperando la actuación del grupo grande del primer día. Sin embargó, rápidamente se percibió que aquello tenía muy mala pinta. El agua había empapado el escenario y dañado los equipos. La organización comunica tras largo rato de espera la suspensión del Monsters Of Rock y deja en el aire la celebración del Metalway que finalmente es también suspendido por motivos de seguridad.
Comprendo perfectamente el marrón de organizar este tipo de festivales y mando todo el apoyo a la organización que estará pasando un mal trago, supongo que peor que el de músicos y aficionados. Pero, de la misma manera, no creo lógico que una tormenta de verano pueda acabar con un festival de dos días en su integridad. Nada de trastocar su realización, suspensión total. Visto lo visto uno tiene la sensación de que no hubo ninguna previsión de que al aire libre estas cosas pueden pasar, por lo que todos los elementos hay que amarrarlos antes de comenzar las actuaciones y no durante, como ocurrió con Ted Nugent, un escenario debe de estar más resguardado de la lluvia, sobre todo por los laterales, y, si es necesario parar las actuaciones mientras pasa una tormenta, se puede desenchufar todo el circuito eléctrico. Solo son algunas propuestas, ante las interrogantes que me surgen, para que contra la adversidad se hubiera podido celebrar el evento. Allí no hubo ningún tornado, ni huracán, ni terremoto, como demuestra que nuestras tiendas se mantuvieron amarradas en el nada estable terreno del camping. Incluso pudimos dormir dentro. No puede ser que una infraestructura tan simple sea más fuerte que la de un festival de la envergadura de Monsters Of Rock. Esperemos que si hay otra edición se evalúe todo lo que haya que evaluar para garantizar la realización del festival salvo verdadera fuerza mayor.
NOTA INFORMATIVA DE LA ORGANIZACIÓN:
Fecha: 13de julio de 2008